domingo, 29 de abril de 2007


Bueno, ya sé que no es una crónica sobre mi viaje, pero, técnicamente, como la dedicatoria de Leo incluye la palabra FILIPINAS, pues, no sé, he pensado que alomejor colaba... Pues nada, que mi amiga Crispula, que es un sol, le pidió a Leo una firmilla para mi, que estoy muy lejos y no se la podía pedir en persona. Ya veis, acabo de salir del armario por lo que se refiere a OT :)
Esta semana ha ido muy bien, aunque he estado super liada con entrevistas y trabajo de campo. Las cosas están yendo mejor de lo que me pensaba (cruzo los dedos) respecto a la investigación. Después de alguna experiencia frustrante con faxes, teléfonos y gente del gobierno, pues parece ser que todo está yendo para adelante. De salud bien y de ánimos también!!! Un beso para todos!!!

miércoles, 25 de abril de 2007


Manila me rodea pero no me toca


Manila me rodea, pero no me toca. O por lo menos me toca muy poquito. Yo no sé muy bien si yo la toco a ella. No se lo he preguntado. No sé si es porque paso tantas horas sola, trabajando, sin hablar con nadie, o por el idioma, o por la niebla impuesta por la contaminación, o todas estas cosas juntas, pero hay momentos en los que me paro a pensar y me doy cuenta de que Manila y yo nos encontramos en dos dimensiones distintas. Hay veces que parece que nos rozamos, pero no llegamos a nada más. No entiendo las normas ni el protocolo. A menudo me pregunto si algo que he dicho ha ofendido a alguien, porque simplemente dejan de mirarme y dirigirme la palabra. No entiendo la lengua. Me siento en un autobús. Me paso horas rodeada de gente hablando tagalog o cebuano y aprieto los ojos, de esa manera que hace aparecer una arruga vertical en mi frente, e intento dilucidar por lo menos una palabra de las interminables frases, por lo menos una palabra que me permita tomarme la licencia de fantasear sobre un (o más de uno) contenido, seguramente imaginario, de la conversación. A veces, durante esos momentos (o ratos, o ratísimos o eternidades) en los que los sonidos a mi alrededor se acaban convirtiendo en un ruido de fondo casi, sólo casi, molesto, pienso, imagino, que a lo mejor, si me paso suficiente tiempo en el autobús, o en la tienda, o en la oficina, escuchando esas voces ininteligibles, quizás mágicamente, un día, EL DÍA, de repente todo cobrará sentido, podré entender hasta la última sílaba, y se me dará la bienvenida, finalmente, al grupo que a horas de hoy tiene pinta de, como mínimo, sociedad secreta conspirando en contra de la española blanca, blanquísima, sentada a su lado. Ahí va otra venganza de Filipinas… Como si la(s) gastroenteritis no hubiera sido suficiente. Pero yo me aguanto, y sonrío, porque es lo que toca, porque es lo políticamente correcto y, qué coño, porque no me queda más remedio. ¿Quién sabe? A lo mejor esto también se puede arreglar con una sesión de reflexoterapia.

Manila Surrounds Me but It Doesn´t Touch Me

Manila surrounds me, but she doesn’t touch me. Or maybe I should say that it barely touches me. I don´t really know whether I touch her. I haven´t asked yet. I don´t know if this is because I spend so many hours on my own, working, without speaking to anyone, or the language, or the fog imposed by pollution, or a combination of all those things but, there are moments in which I take a second to think and I feel that Manila and I find ourselves in two different dimensions. There times that it feels that we are almost touching each other, but we don´t take it any further. I don´t understand the rules or the protocol. In fact, I often wonder if I just said something offensive because I feel that people just stop looking at me and talking to me. I don´t understand the language. I sit in a bus. I spend hours surrounded by people speaking Tagalog or Cebuano and I close my eyes in that way that makes a vertical wrinkle appear in my forehead. Then I try to understand at least a word within the endless sentences being pronounced. At least a word that allows me to take the liberty to fantasize about a (or more than one) content, probably imaginary, of the conversation. Sometimes, during those moments (or whiles, or super whiles, or eternities) in which the sounds around me end up becoming a background noise, almost, only almost, annoying, I think, I imagine, that maybe, if I spend enough time in the bus, or in the stores, or in the office, listening those incomprehensible voices, maybe magically, one day, THE DAY, suddenly everything will make sense, I will be able to understand to the last letter, and I will be welcomed, finally, into the group that as for now looks like, at least, a secret society conspiring against the white, very white, Spaniard sitting next to them. There you go, another Philippines’ revenge… As if the gastroenteritis had not been enough. But I deal with it, and I smile, because that is what I am supposed to do, because it’s the politically correct thing to do and, what the hell, because I do not have a choice. Who knows? Maybe this can also be fixed with a session of reflexotherapy.

domingo, 22 de abril de 2007

Maligayang Pagdating! (Bienvenidos a Filipinas)

Después de una última semana de locos y de un viaje interminable, finalmente llegué a Manila hace ya dos semanas. A pesar de que eran ya las 11 de la noche, los aviones seguían llegando y, todos ellos, incluyendo el mío, venían llenos de balikbayans, trabajadores migrantes destinados en países de todo el mundo que regresaban a casa después de finalizar sus contratos. Al salir del edificio del aeropuerto hay una zona donde se coloca la gente para dar la bienvenida a los pasajeros que llegan y curiosamente ésta está organizada por orden alfabético. Es decir, según la inicial de la persona a la que vas a recibir, tienes que colocarte en un lugar u otro. No hace falta decir que debido a la masificación y a las vallas que se colocan, no hay manera de ver a la persona que buscas, así que los teléfonos móviles suenan de manera desenfrenada. Filipinas, por cierto, es el país del móvil. Todo el mundo tiene uno! Y enviar un mensaje de texto suele costar sólo 1 céntimo y es a menudo gratis. Después de la correspondiente llamada telefónica y de la intervención de los amigos que hice en el avión, mi amiga Thezz consiguió ubicarme y nos dirigimos hacia la casa de su familia, en Silang, la provincia de Cavite.

Maligayang Pagdating! (Welcome to the Philippines)

After a crazy last week in Barcelona and an endless trip, I finally arrived at Manila two weeks ago. Despite that it was already 11pm, flights kept arriving and all of them, including mine, came full with balikbayans, migrant workers placed in countries all over the world that came home upon the ending of their contracts. When you exit the airport building there is a zone where people stand to welcome the passengers that arrive, which is curiously organized by alphabetic order. In other words, the initials of the person you are there to greet and welcome, determine the area of the airport where you stand while you wait. Needless to say, due to the massification and the fences, there is not way to see the person that you are looking for, therefore cell phones start ringing franctically. By the way, the Philippines is the country of the cell phones. Everyone has one! And to send a message usually only costs one cent and is often free. After making my mandatory phone call and the intervention of some friends that I had made in the place, my friend Thezz managed to locate me and we headed toward her family´s house, in Silang (Cavite province).
Los días que pasé en Cavite fueron de calma y de introducción al país. Exploré la provincia y dormí todo lo que no había dormido la semana anterior. Thezz y Father Avel me recibieron con los brazos abiertos y me dedicaron gran parte de su tiempo. Durante esos días hablamos de la situación política en Filipinas, de la situación de las trabajadoras domésticas en Barcelona y de muchas otras cosas. Me presentaron a un grupo de pescadores que se ha organizado en Cavite para parar la pesca ilegal de las grandes compañías que, entre otras cosas, les está dejando sin trabajo y destrozando el ecosistema de la bahía de Manila. Fue impresionante ver la situación en la que viven los pescadores y sus familias. No sólo es un sector atravesando una crisis importante, también están las condiciones de la vivienda. Hay muchos barrios en Filipinas donde la gente ni siquiera tiene acceso a contenedores o vertederos de basura, así que los pescadores la vierten en el agua, justo delante de sus casas. El escenario es desgarrador, como se puede ver en las fotos. No sólo por la vista de las condiciones sino por el olor… La pestilencia te atraviesa los sentidos y no sé porqué, pero cuando estoy allí, escuchando las historias y tomando fotos, pienso en ella como un resumen de muchas cosas… simboliza para mí el abandono, la desesperanza, el olvido…

The days that I spent in Cavite were of calm and of introduction to the country. I explored the province and slept all the hours I had not managed to sleep the week prior to my departure. Thezz and Father Avel welcomed me with open arms and spent a great deal of time with time. During those days we talked extensively about the political situation in the Philippines, the situation of Filipino domestic workers in Barcelona, and many other things. I was introduced to a group of fishermen in Cavite that have organized to stop illegal corporate fishing in Manila Bay. It was shocking to witness the situation in which the fishermen and their families live. It is not only a sector going through an important crisis. On top of that are housing conditions. There are many barrios in the Philippines where people do not even have access to trash containers or junkyards, so fishermen throw the trash into the water, just in front of their houses. The scenario is heartbreaking, as you can see in the pictures. No only because of the view the conditions but also because of the smell… pestilence goes across your senses and, I don´t know why, but when I was there, listening to the stories and taking pictures, I think about the smell as a summary of many things… it symbolizes for me abandonment, hopelessness, obliviousness…



La llegada a Manila fue un tanto traumática… el tráfico, la polución, el calor, el estrés, el constante pitido que muestra la impaciencia de los conductores… Ateneo de Manila es una de las mejores universidades del país. O al menos una de las que tienen más dinero. Está rodeada por una valla y tiene un alto dispositivo de seguridad. Al principio me sentí un poco claustrofóbica, pero me voy acostumbrando a poco a poco. Curiosamente sólo se puede fumar en ciertas zonas del campus, y éstas se llaman pocket gardens (o jardines bolsillo). Otra cosa curiosa, está prohibido nadar en la piscina en bikini, y me tuve que ir a comprar un bañador de una pieza y un gorro de piscina!! El ritmo frenético de Manila me hace sentir a veces que me quiero esconder en mi pequeño estudio, donde la temperatura depende del dispositivo que regula el aire acondicionado y donde hay silencio y tranquilidad. Pero Manila me gusta. No sé… es sucia y gris, y a veces cuesta respirar, pero me gusta la energía, los colores, incluso muchos de los olores… Es difícil explicarlo, pero la verdad es que esperaba que se me hiciera más ajena… No voy a decir que aquí me siento como en casa, pero hay algo familiar en ella… Eso sí, el calor, el tráfico, la polución, el polvo… hacen que cualquier trámite sea una aventura interminable que me deja agotada e inútil durante el resto del día… He tenido que hacer algún viaje al hospital por gastroenteritis… y aún siento que mi estómago se está acostumbrando, pero bueno, lo vivo como el precio a pagar por tener la oportunidad de estar aquí. De alguna manera se tenía que vengar Filipinas conmigo, no? En un viaje que hice esta semana a la isla de Bohol me trataron el dolor de estómago con reflexoterapia o masaje en los puntos de presión en los pies. Aunque me dejó como nueva, me cagué en todo por lo doloroso que fue. Lo podéis ver en las fotos…

The arrival at Manila was somewhat traumatic… traffick, pollution, heat, stress, the constant sound of carn horns that shows the drivers’ impatience… Ateneo de Manila is one of the finest universities in the country. Or at least it’s among the ones that have the most money and resources. It is surrounded by a fence that makes it into a gated community and it has a high security system. In the beginning I felt a little claustrophobic, I am slowly getting used to it. Curiously enough, it is forbidden to smoke in most places on campus, and the only smokers areas, who are obviously outside, are called pocket gardens. Manila’s frenetic rhythm often makes me feel that I want to hide in my little studio, where temperature depends on system that regulates the aircon and where there is silence and tranquillity. But I like Manila. I don´t know… it is dirty and grey, and sometimes it is hard to breathe, but I like the energy, the colors, even many of the smells… It is hard to explain, but I was expecting to feel more alienated from it… I cannot say that I feel like at home here, but there is something about it that feels familiar… I should say, though, that the heat, the traffick, the pollution, the dust… make any errand and endless adventures that leaves me exhausted and useless for the rest of the day… I have had to take a couple of trips to the emergency room due to gastroenteritis… and I feel that my stomach is still getting used to being here, but, oh well, I see this as the price to pay to have the chance to be here. I guess that the Philippines somehow had to find a way to revenge against me, right? During a trip that I took this week to the island of Bohol, I was treated with reflexotherapy o massage in the pressure points in the feet. Although the massage left me really renewed, it was really damm painful! You can see in the pictures….



















Esta semana la he pasado en Bohol, una de las islas de la región central de Filipinas, al lado de Cebu. He hecho el viaje con gente que conocí durante mis entrevistas en Barcelona. Me lo he pasado muy bien, aunque ha sido agotador. Lo que yo esperaba que fuera un viaje de descanso al 100% y hacer el vago en playas de arenas blancas han sido cuatro días de actividad tras actividad. Pero ha valido la pena. Hemos visto almejas de casi un metro, al mono más pequeño del mundo y paisajes espectaculares. También estuvimos en Cebu, la segunda ciudad más grande de Filipinas y el lugar donde desembarcó Magallanes. Es en Cebu donde empezó la evangelización de Filipinas, mano a mano de proceso colonizador que duró más de cuatro siglos. En Cebu se solapa la celebración del inicio de la civilización con discursos nacionalistas que reivindican otra versión de la historia, una versión donde se habla de violencia, genocidio y etnocentrismo. La historia se reescribe cada día, a menudo de manera contradictoria. En Lapu-Lapu City, justo al lado de Cebu, se erige un monumento dedicado a Magallanes, instalado allí en el siglo XIX. A unos 100 metros se encuentra la estatua de Lapu Lapu, el hombre que mató a Magallanes en el siglo XVI. Los dos se muestran como héroes nacionales.

I have spent most of this week in Bohol, one of the islands in the central region of the Philippines, next to Cebu. I took this trip with folks that I met during my interviews in Barcelona. I had there a really good trip, although it has also been exhausting. What I expected to be a restful trip where I could be lazy in white-sanded beaches have been four days of activity after activity. But it has definitely been worth it. We have seen 35-inch clams, the smallest monkey in the world and spectacular landscapes. We were also in Cebu, the second largest city in the Philippines and the place where Magellan disembarked. It was in Cebu where the evangelization of the Philippines started, hand by hand with the colonizing process that was to last over four centuries. In Cebu, the celebration of civilization overlaps with nationalist discourses that claim a different version of history, a version where violence, genocide and ethnocentrism are talked about. History is written and rewritten everyday, often in contradictory ways. In Lapu-Lapu City, just next to Cebu, there is a monument in honor of Magellan, put there in the 19th century. 100 meters away you can find a statue dedicated to Lapu Lapu, the man who killed Magellan in the 16th century. Both are portrayed as national heroes.
Ayer por la noche volví a Manila. He vuelto al ritmo de la ciudad gris, llena de polvo, gente y coches. Vuelvo al trabajo que me trajo aquí.

Last night I got back to Manila. I got back to the grey city, full of dust, cars and people. I came back to the work that brought me here.

miércoles, 4 de abril de 2007

Celebracions, aniversaris i comiats..



Hola a tots! Aquí us deixo les fotos del sopar del dilluns. Espero que us agradin molt. Ja estic de tornada a casa dels meus pares, acabant de fer la maleta i els últims tràmits. Raquel!!! felicitats per la teva primera setmana amb 31 anys!!! Em va encantar veure-us a tots, alguns seguint al meu costat després de tants anys, altres tornant-hi a ser, i a d'altres tot just coneixent pel camí. Me´n vaig contenta d'emprendre aquest viatge i a la vegada també contenta de que no sigui indefinit, como ho han estat molts altres. Contenta de que el comiat no fos d'aquells que se m'han fet tan pesats i tristos tantes vegades... Disfruteu de la primavera, que jo intentaré disfrutar dels 35 graus i les platges blanques :) Aneu visitant el blog de tant en tant per veure què us explico i també aneu-me explicant coses!!! Espero mantenir-lo al dia. Bé, ens comuniquem per aquests món virtuals... Molts petons a tots i ens veiem per Sant Joan!!!




















domingo, 1 de abril de 2007

Empieza la cuenta atrás

Empieza la cuenta atrás, o sigue, no lo sé, maletas, visados, mudanza, compras, últimas entrevistas de la tesis... me voy dentro de cuatro días!!! Pero bueno, lo mejor de esta última semana, además de imaginarme lo que va a ser esta aventura, están siendo las despedidas, que no por despedidas sino porque son una excusa fantástica para pasar tiempo con la gente que quiero y que me quiere. Ayer fuimos con las de toda la vida, con las que llevan a mi lado desde los 14 años, a celebrar el cumple de Cristina y Mónica. Nos pegamos un banquete que te cagas en un restaurante japonés de Barcelona y luego fuimos a inaugurar el piso de Raquel, que es una monada y súper acogedor. Algunas continuamos con la cena, refranes, risas, bailes y algún que otro empujón. Pero bueno, lo de los empujones, es lo que tiene el Hand Bar, que por mucho pop rock español que pongan, que me encanta, no deja de estar lleno de niños bien algo decadentes (algún que otro bastante amargado). Pues nada, espero recordarlo la próxima vez que se me ocurra ir allí. De todas maneras, fueron un día y una noche fantásticos. Un beso a todos, en especial a Sandra, Rosa, Raquel, Cristina y Mónica, que os quiero un montón, niñas.